Análisis Laboral, AELE, julio 2002
CONCEPTO,
EVOLUCIÓN Y PRINCIPIOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Dr. FRANCISCO JAVIER ROMERO
MONTES
Profesor
de la Universidad Mayor de San Marcos y de la Universidad de San Martín de
Porres
1.
MARCO CONCEPTUAL
El hecho de que don Simón
Bolívar hubiera afirmado, en uno de sus discursos, que "la mejor forma de
gobierno es la que puede dar al pueblo el máximo de seguridad política, de seguridad
económica y de seguridad social", demuestra que la idea de "seguridad
social" es tan amplia y que puede emplearse en sentidos muy variados.
Incluso, complementando el punto de vista del Libertador, podemos añadir que
tanto la seguridad política como la económica implican seguridad social. No
existe política de tan fuerte efecto social como la política económica.
De manera que la expresión
"seguridad social" no tiene un significado a priori sino que hay que
buscar un significado a posteriori. Para tal efecto, Dupeyroux nos propone
abandonar la idea de política de seguridad social, que muy bien puede
confundirse con política social y que es demasiado general, y atenerse al
concepto de sistema de seguridad social, que tiene un contenido más preciso.
Casi todos los países
utilizan la expresión "seguridad social" cuando se refieren a la
forma o mecanismo para afrontar determinados riesgos a los que está expuesta su
población. Si bien la estrategia puede ser diferente, es posible encontrar aspectos
comunes a partir de los cuales se tendrá una visión de lo que es la seguridad
social.
ESTE CONVENIO ES LA PIEDRA
ANGULAR DE TODA ORGANIZACIÓN DE SEGURIDAD SOCIAL EN RAZÓN DE QUE EXIGE UN
ESFUERZO ORGANIZADO DE LA COLECTIVIDAD PARA LA CORRESPONDIENTE PROTECCIÓN.
La Organización
Internacional del Trabajo (OIT) en su convenio Nº 102 , también denominado
"norma mínima de seguridad social" enumera los riesgos sociales que
constituyen un denominador común en toda colectividad, tales como: enfermedad,
maternidad, invalidez, vejez, accidentes, desempleo, riesgos profesionales,
cargas, de familia, muerte, etc.
Este convenio es la piedra
angular de toda organización de seguridad social en razón de que exige un
esfuerzo organizado de la colectividad para la correspondiente protección. Pero
si se agrupan bajo el término de "seguridad social" todos los
esfuerzos directos e indirectos de un país para prevenir y luchar contra las
consecuencias de tales riesgos, sería necesaria toda la actividad de un estado
moderno, confundiéndose de esta forma los conceptos de política de seguridad
social y política social. Así, por ejemplo, para la protección contra la
enfermedad, no basta tener hospitales, médicos y remedios, sino que es
necesario un medio ambiente adecuado y que las personas se encuentren
debidamente nutridas, lo que implica una acción de salubridad y alimentaria,
aspectos que se alejan de lo que es la seguridad social como sistema.
EL SEGURO SOCIAL ES UN
SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL HISTÓRICAMENTE LIGADO AL PROBLEMA PLANTEADO POR LA
CLASE OBRERA.
La expresión "sistema
de seguridad" está ligada a la utilización, por parte de los países, de
ciertos procedimientos para enfrentar a los riesgos sociales ya enumerados.
Así, por ejemplo, en algunos lugares existen las mutualidades; en otros, los
sistemas redistributivos a nivel de trabajadores, que consisten en el descuento
a todos, por un lado, y la distribución en dinero o en especie, por el otro. En
otros casos, los Estados asumen tal responsabilidad con sus recursos
presupuestales.
Este razonamiento nos lleva
a superar la imprecisión y confusión entre los conceptos de seguro social y
seguridad social. El seguro social es un sistema de seguridad social
históricamente ligado al problema planteado por la clase obrera. Se trata de
una forma o procedimiento para proporcionar seguridad social a la clase
asalariada y que, en un determinado momento, era la más necesitada y por lo
tanto requería de medidas de garantía frente a su inseguridad.
Hoy, en las comunidades
subdesarrolladas, poseer un puesto de trabajo constituye de alguna forma, un
privilegio, toda vez que la mayoría de su población no puede ejercer el
"derecho al trabajo" proclamado por el artículo 23° de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos.
No obstante, en muchos de
estos países se continúa con un sistema de seguridad social que sólo alcanza a
los asalariados, no porque sean los más necesitados, sino por la facilidad del
financiamiento sin la participación del Estado. Esta situación puede ser muy
cuestionable, pero estamos frente a lo que conceptualmente debe entenderse como
un "sistema de seguridad social".
En síntesis podemos afirmar
que la seguridad social como sistema ha tenido un evolución en la cual la OIT
encuentra las siguientes fases:
1. La época del
paternalismo, caracterizada por las obras de caridad privadas y de beneficencia
pública que cuidaban de los pobres bajo condiciones duras y humillantes.
2. La etapa de las
mutualidades y los regímenes para los empleados públicos y para algunos
trabajadores del sector privado.
3. La fase del seguro social
obligatorio que tuvo la virtud de cubrir cada vez más contingencias y más
ocupaciones, aunque su actuación en sus primeros tiempos estuvo dirigida
exclusivamente al ámbito de los trabajadores dependientes.
4. La seguridad social
universal, en cuya fase se incorporan las nociones de prevención y una gama de
servicios con la finalidad de preservar y elevar la calidad de la vida de las
personas y las familias. Dentro de esta concepción, la seguridad social tiene
como objetivo la promoción, reparación, rehabilitación y el mantenimiento del
equilibrio físico, económico y social de la población.
Debe tenerse presente que
estas fases o etapas no constituyen reglas o caminos por donde pasan necesariamente
los diferentes países, siendo posible advertirse, en algunos, más de una de las
formas a la vez.
2.
LOS PRINCIPIOS
Los principios de la
seguridad social aparecen en el informe del señor Beveridge. Fundamentalmente
son los principios de universalidad, unidad e integración. Posteriormente, la
doctrina le ha añadido otros como los de internacionalidad, subsidiariedad,
oportunidad, etc.
Por el principio de la
universalidad, la protección no se limita sólo a los trabajadores asalariados,
sino que se extiende al conjunto de la población. Esta universalización se
justifica por la situación desfavorecida de determinadas categorías de personas
no asalariadas y por la necesidad de basar el sistema sobre una solidaridad
ampliada a las dimensiones de una nación.
Pero el principio de la
universalidad tiene que ver también con la diversidad de riesgos. La seguridad
social reagrupa a todas las eventualidades que se han venido cubriendo de
manera distinta; es decir, que esta disciplina está llamada a hacerse cargo del
conjunto de percances previsibles que pueden afectar la seguridad de las
personas.
Sin duda, la garantía de una
protección completa, desde el período de gestación hasta la muerte del ser
humano, estará dada por el carácter global de la institución que tenga a su
cargo el manejo de la seguridad social. Adoptar una actitud diferente
significaría el descuartizamiento de este importante medio que el hombre ha
logrado desarrollar.
Otro de los principios que
sirve de sustento a la seguridad social es el de la unidad, según el cual la
concepción de la protección implica un objetivo igualitario; es decir, la
prestación está desprovista de la magnitud de la contribución como
contrapartida.
Finalmente, por el principio
de la integración la seguridad social debe ser considerada en el conjunto de la
política económica y social, puesto que existen factores íntimamente ligados
que influyen en su desenvolvimiento y comportamiento cotidiano. Esto significa
que debe existir una entidad que tenga a su cargo la conducción de la totalidad
de las acciones de seguridad social.
Toda esta concepción,
expuesta suscitamente, nos muestra que la seguridad social es toda una entidad
articulada y funcional; desmembrarla significaría atentar contra sus fines y
objetivos. La solución a sus problemas, en todo caso, no está en destruirla,
sino en corregir los males que impiden un correcto funcionamiento.
3.
SITUACIÓN ACTUAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL
La seguridad social en los
actuales momentos tiene problemas. Se le acusa de haber contribuido a la
agudización de la crisis económica por ser muy costosa, y de influir en el
incremento del gasto público y desequilibrio presupuestal de los Estados;
justamente por esa razón los gobiernos, en muchos casos, han constituido un
obstáculo para el desarrollo de la seguridad social. Disponer de más recursos
para este fin, ha significado una reducción del volumen de ahorros y por ende
de los fondos disponibles para inversiones de desarrollo. De ahí que algunos
tratadistas afirman que la carga del costo de la seguridad social atenta contra
el desarrollo económico.
Por otra parte, se dice que
la seguridad social genera inflación debido a que el monto de las cotizaciones
que abonan los trabajadores y empleadores para financiar la seguridad social,
reduce los ingresos de estas personas, circunstancia que da lugar a que los
trabajadores hagan mayores demandas salariales; y sus patronos, a su vez, para
no disminuir sus utilidades, cargan el mayor costo de la seguridad social a la
totalidad de la población consumidora.
Pero sobre todo se remarca
que no obstante su considerable costo, la seguridad social no ha resuelto el
problema de la pobreza; a pesar del sin número de promesas, cada día son más
los países que constatan la existencia de condiciones de vida desfavorables.
De suerte que la seguridad
social es un tema de discusión, apreciándose dos temperamentos: por una parte
están las razones de los que reclaman su extensión hacia un horizonte
universal, así como su mejoramiento y un mayor apoyo por parte de los Estados. Pero,
por otro lado, se aprecia una comprensible negativa de la población cotizante a
seguir incrementando sus aportes para financiar planes de extensión de
cobertura a grupos de personas que no contribuyen.
A esto hay que añadir nuevos
elementos de carácter político-social en el debate, como muy bien lo señala el
informe de la OIT. En primer lugar, desde diferentes puntos de vista
ideológicos critican cerradamente a la seguridad social por no haber podido
satisfacer las aspiraciones de las clases más necesitadas. En otros casos, se
pone en duda toda la estructura sobre la que se ha levantado la seguridad
social y, por lo tanto, piden un replantamiento radical. Muy ligados a esta
consideración están los que sostienen que ya no es posible financiar el mejoramiento
de la seguridad social sin comprometer seriamente el desarrollo económico de
los países e impedir, al mismo tiempo, el crecimiento de los ingresos reales en
dinero de los cotizantes.
El problema más serio que
afronta la seguridad social, en los actuales momentos, es de carácter
financiero debido al nivel de desempleo y de la informalidad de las relaciones
de trabajo. Es por eso que algunos países han salido de la seguridad social
contributiva y avanzan en la no contributiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario