domingo, 9 de octubre de 2016

ANÁLISIS LABORAL Y LA SEGURIDAD SOCIAL-Dr. Luis Aparicio Valdez



ANÁLISIS LABORAL Y LA SEGURIDAD SOCIAL
En Análisis Laboral, AELE, diciembre 2006

Apreciado Amigo:
Nuevamente el tema de la seguridad social se encuentra en el debate y en Análisis Laboral "siempre hemos reclamado el mayor interés por parte de los poderes del Estado y de las instituciones comprometidas con la seguridad social", tal como lo indicamos en nuestra carta del mes de junio de 1994.

Estamos a finales de 2006 y aspectos importantes de la seguridad social aún no tienen solución puesto que no se han abordado con la decisión y energía que se requiere, muy por el contrario, al parecer se habría practicado una política regresiva.

Allí están, en materia de Pensiones, la "libre desafiliación", que en realidad es la reversibilidad con el SNP y viceversa, pues existen asegurados perjudicados; la subsistencia de la gran deuda de las empresas e instituciones públicas y privadas a la ONP; la escasa incorporación de afiliados al Sistema Nacional de Pensiones en razón de las miles de personas contratadas ilegalmente por locación de servicios o en condiciones de informalidad, situación tácitamente aceptada por las autoridades, que no establecen las regulaciones necesarias para erradicarla; la ausencia de medidas para revertir el constante incremento de los afiliados en el Sistema Privado de Pensiones, que pasan a las filas de los no aportantes o morosos (solo aportan alrededor del 40 por ciento); la constante y pertinaz práctica de las dos últimas décadas de dilatar el otorgamiento de pensiones a los jubilados del SNP (2 a 3 años), no por causa atribuible a los recurrentes, sino por acción u omisión de las mismas autoridades, lo que convierte la seguridad social en un derecho que contrasta con los convenios internacionales que califican al mismo como "derecho humano"; la pasividad de las AFP frente a la afiliación de los independientes al SPP; la solución a los adeudos de la Caja Militar Policial; entre otros.

En materia de Salud siguen las improvisaciones de los últimos 20 años: la deuda de las entidades, empresas e instituciones públicas y privadas sigue creciendo; el Estado no invierte en seguridad social en Salud, pues no aporta a ESSALUD, es deudor y se arroga la facultad de administrar esa institución; las inversiones de ESSALUD son aprobadas o "autorizadas" no por las necesidades del sistema, sino por lo que permite el MEF; los subsidios siguen afectándose al calcularse en base al promedio de los últimos 12 meses; la Remuneración Mínima Asegurable calculada en función de la RMV, resulta injusta e incompatible con el sistema; la no atención por capa compleja a definir por ESSALUD; la continua indiferencia y maltrato de los trabajadores de ESSALUD hacia los pacientes, las largas colas, las citas dilatadas, el "milagroso" Ibuprofeno como recurrente y único medicamento para toda enfermedad, etc.

Este breve recuento llevará sin duda a muchas reflexiones, pues una seguridad social fuerte, creíble, y que realmente otorgue beneficios oportunos, tendrá siempre un efecto positivo en las relaciones laborales.

En Pensiones se debe precisar que no tenemos el sistema coherente requerido para nuestras necesidades y realidades, pues, por un lado, contamos con un precario y regresivo SNP, llevado hasta allí por las propias autoridades, lo que colisiona con la Constitución de 1993; de otro lado, uno elitista, el Sistema Privado de Pensiones, y otros regímenes más pequeños; y, entre los dos, más de ocho millones de personas que por acción directa del Estado no acceden a un sistema de pensiones de vejez por estar contratados por locaciones de servicios o servicios no personales y por no disponerse el control de la legalidad.

En este panorama no se vislumbra una real solución, ¿cuándo se actuará con seriedad y se planteará sistemas coherentes para nuestro país?

Hacemos transplantes de órganos, pero existen más de ocho millones de personas que no tienen acceso a un sistema de Salud, y no se hace nada. Se debe proponer sistemas sobre la base de un estudio actuarial y tener en cuenta las exigencias del mercado. Frente a la globalización y a los costos, tenemos que incorporar a todos los agentes del mercado. Lo más grave es que algunos funcionarios del Ministerio de Salud están propugnando que se fusionen sus unidades hospitalarias con las de ESSALUD, lo que no es posible, pues son entidades distintas, así como lo son los servicios que ofrece cada una. Las unidades hospitalarias del MINSA deben entrar al mercado como parte de la cadena de servicios, reduciendo su ámbito dentro de la reforma del Estado.

El punto de partida no es el impulso político sin sustento, que tiene buenas intenciones pero que nos ha perjudicado en los últimos 30 años.

Debemos reconocer que la Seguridad Social en Pensiones y en Salud tiene una agenda pendiente: a) Contar con un estudio actuarial para saber dónde estamos y qué se puede plantear como política coherente; b) Diseñar un sistema de seguridad social internacionalmente aceptado, a partir de tres pilares definidos: uno, financiado con tributos para los que menos tienen y que no acceden a sistema alguno; un segundo, de carácter contributivo obligatorio para empresas y asegurados; y un tercero, voluntario, financiado con aportes de los afiliados y de los empleadores que así lo deseen; c) Incorporar en este sistema a las entidades públicas (municipalidades, regiones, MINSA, etc.), privadas o mixtas, para que, en forma coherente, participen donde sean más competitivas, d) Reducir el Estado en esta materia, dejar que los sistemas funcionen y se autofinancien, y que asista solamente a los más necesitados.

De no adoptarse medidas concretas, pasarán otros cinco años y otra vez estaremos comentando los mismos hechos.

Atentamente,
LUIS APARICIO VALDEZ

Director

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