jueves, 8 de junio de 2017

CONCEPTO, EVOLUCIÓN Y PRINCIPIOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL - Dr. FRANCISCO J. ROMERO MONTES




Análisis Laboral, AELE, julio 2002

CONCEPTO, EVOLUCIÓN Y PRINCIPIOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Dr. FRANCISCO JAVIER ROMERO MONTES
Profesor de la Universidad Mayor de San Marcos y de la Universidad de San Martín de Porres


1. MARCO CONCEPTUAL

El hecho de que don Simón Bolívar hubiera afirmado, en uno de sus discursos, que "la mejor forma de gobierno es la que puede dar al pueblo el máximo de seguridad política, de seguridad económica y de seguridad social", demuestra que la idea de "seguridad social" es tan amplia y que puede emplearse en sentidos muy variados. Incluso, complementando el punto de vista del Libertador, podemos añadir que tanto la seguridad política como la económica implican seguridad social. No existe política de tan fuerte efecto social como la política económica.
De manera que la expresión "seguridad social" no tiene un significado a priori sino que hay que buscar un significado a posteriori. Para tal efecto, Dupeyroux nos propone abandonar la idea de política de seguridad social, que muy bien puede confundirse con política social y que es demasiado general, y atenerse al concepto de sistema de seguridad social, que tiene un contenido más preciso.
Casi todos los países utilizan la expresión "seguridad social" cuando se refieren a la forma o mecanismo para afrontar determinados riesgos a los que está expuesta su población. Si bien la estrategia puede ser diferente, es posible encontrar aspectos comunes a partir de los cuales se tendrá una visión de lo que es la seguridad social.

ESTE CONVENIO ES LA PIEDRA ANGULAR DE TODA ORGANIZACIÓN DE SEGURIDAD SOCIAL EN RAZÓN DE QUE EXIGE UN ESFUERZO ORGANIZADO DE LA COLECTIVIDAD PARA LA CORRESPONDIENTE PROTECCIÓN.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su convenio Nº 102 , también denominado "norma mínima de seguridad social" enumera los riesgos sociales que constituyen un denominador común en toda colectividad, tales como: enfermedad, maternidad, invalidez, vejez, accidentes, desempleo, riesgos profesionales, cargas, de familia, muerte, etc.

Este convenio es la piedra angular de toda organización de seguridad social en razón de que exige un esfuerzo organizado de la colectividad para la correspondiente protección. Pero si se agrupan bajo el término de "seguridad social" todos los esfuerzos directos e indirectos de un país para prevenir y luchar contra las consecuencias de tales riesgos, sería necesaria toda la actividad de un estado moderno, confundiéndose de esta forma los conceptos de política de seguridad social y política social. Así, por ejemplo, para la protección contra la enfermedad, no basta tener hospitales, médicos y remedios, sino que es necesario un medio ambiente adecuado y que las personas se encuentren debidamente nutridas, lo que implica una acción de salubridad y alimentaria, aspectos que se alejan de lo que es la seguridad social como sistema.

EL SEGURO SOCIAL ES UN SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL HISTÓRICAMENTE LIGADO AL PROBLEMA PLANTEADO POR LA CLASE OBRERA.

La expresión "sistema de seguridad" está ligada a la utilización, por parte de los países, de ciertos procedimientos para enfrentar a los riesgos sociales ya enumerados. Así, por ejemplo, en algunos lugares existen las mutualidades; en otros, los sistemas redistributivos a nivel de trabajadores, que consisten en el descuento a todos, por un lado, y la distribución en dinero o en especie, por el otro. En otros casos, los Estados asumen tal responsabilidad con sus recursos presupuestales.

Este razonamiento nos lleva a superar la imprecisión y confusión entre los conceptos de seguro social y seguridad social. El seguro social es un sistema de seguridad social históricamente ligado al problema planteado por la clase obrera. Se trata de una forma o procedimiento para proporcionar seguridad social a la clase asalariada y que, en un determinado momento, era la más necesitada y por lo tanto requería de medidas de garantía frente a su inseguridad.

Hoy, en las comunidades subdesarrolladas, poseer un puesto de trabajo constituye de alguna forma, un privilegio, toda vez que la mayoría de su población no puede ejercer el "derecho al trabajo" proclamado por el artículo 23° de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

No obstante, en muchos de estos países se continúa con un sistema de seguridad social que sólo alcanza a los asalariados, no porque sean los más necesitados, sino por la facilidad del financiamiento sin la participación del Estado. Esta situación puede ser muy cuestionable, pero estamos frente a lo que conceptualmente debe entenderse como un "sistema de seguridad social".

En síntesis podemos afirmar que la seguridad social como sistema ha tenido un evolución en la cual la OIT encuentra las siguientes fases:

1. La época del paternalismo, caracterizada por las obras de caridad privadas y de beneficencia pública que cuidaban de los pobres bajo condiciones duras y humillantes.

2. La etapa de las mutualidades y los regímenes para los empleados públicos y para algunos trabajadores del sector privado.

3. La fase del seguro social obligatorio que tuvo la virtud de cubrir cada vez más contingencias y más ocupaciones, aunque su actuación en sus primeros tiempos estuvo dirigida exclusivamente al ámbito de los trabajadores dependientes.

4. La seguridad social universal, en cuya fase se incorporan las nociones de prevención y una gama de servicios con la finalidad de preservar y elevar la calidad de la vida de las personas y las familias. Dentro de esta concepción, la seguridad social tiene como objetivo la promoción, reparación, rehabilitación y el mantenimiento del equilibrio físico, económico y social de la población.

Debe tenerse presente que estas fases o etapas no constituyen reglas o caminos por donde pasan necesariamente los diferentes países, siendo posible advertirse, en algunos, más de una de las formas a la vez.

2. LOS PRINCIPIOS

Los principios de la seguridad social aparecen en el informe del señor Beveridge. Fundamentalmente son los principios de universalidad, unidad e integración. Posteriormente, la doctrina le ha añadido otros como los de internacionalidad, subsidiariedad, oportunidad, etc.

Por el principio de la universalidad, la protección no se limita sólo a los trabajadores asalariados, sino que se extiende al conjunto de la población. Esta universalización se justifica por la situación desfavorecida de determinadas categorías de personas no asalariadas y por la necesidad de basar el sistema sobre una solidaridad ampliada a las dimensiones de una nación.

Pero el principio de la universalidad tiene que ver también con la diversidad de riesgos. La seguridad social reagrupa a todas las eventualidades que se han venido cubriendo de manera distinta; es decir, que esta disciplina está llamada a hacerse cargo del conjunto de percances previsibles que pueden afectar la seguridad de las personas.

Sin duda, la garantía de una protección completa, desde el período de gestación hasta la muerte del ser humano, estará dada por el carácter global de la institución que tenga a su cargo el manejo de la seguridad social. Adoptar una actitud diferente significaría el descuartizamiento de este importante medio que el hombre ha logrado desarrollar.

Otro de los principios que sirve de sustento a la seguridad social es el de la unidad, según el cual la concepción de la protección implica un objetivo igualitario; es decir, la prestación está desprovista de la magnitud de la contribución como contrapartida.

Finalmente, por el principio de la integración la seguridad social debe ser considerada en el conjunto de la política económica y social, puesto que existen factores íntimamente ligados que influyen en su desenvolvimiento y comportamiento cotidiano. Esto significa que debe existir una entidad que tenga a su cargo la conducción de la totalidad de las acciones de seguridad social.

Toda esta concepción, expuesta suscitamente, nos muestra que la seguridad social es toda una entidad articulada y funcional; desmembrarla significaría atentar contra sus fines y objetivos. La solución a sus problemas, en todo caso, no está en destruirla, sino en corregir los males que impiden un correcto funcionamiento.

3. SITUACIÓN ACTUAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL

La seguridad social en los actuales momentos tiene problemas. Se le acusa de haber contribuido a la agudización de la crisis económica por ser muy costosa, y de influir en el incremento del gasto público y desequilibrio presupuestal de los Estados; justamente por esa razón los gobiernos, en muchos casos, han constituido un obstáculo para el desarrollo de la seguridad social. Disponer de más recursos para este fin, ha significado una reducción del volumen de ahorros y por ende de los fondos disponibles para inversiones de desarrollo. De ahí que algunos tratadistas afirman que la carga del costo de la seguridad social atenta contra el desarrollo económico.

Por otra parte, se dice que la seguridad social genera inflación debido a que el monto de las cotizaciones que abonan los trabajadores y empleadores para financiar la seguridad social, reduce los ingresos de estas personas, circunstancia que da lugar a que los trabajadores hagan mayores demandas salariales; y sus patronos, a su vez, para no disminuir sus utilidades, cargan el mayor costo de la seguridad social a la totalidad de la población consumidora.
Pero sobre todo se remarca que no obstante su considerable costo, la seguridad social no ha resuelto el problema de la pobreza; a pesar del sin número de promesas, cada día son más los países que constatan la existencia de condiciones de vida desfavorables.

De suerte que la seguridad social es un tema de discusión, apreciándose dos temperamentos: por una parte están las razones de los que reclaman su extensión hacia un horizonte universal, así como su mejoramiento y un mayor apoyo por parte de los Estados. Pero, por otro lado, se aprecia una comprensible negativa de la población cotizante a seguir incrementando sus aportes para financiar planes de extensión de cobertura a grupos de personas que no contribuyen.

A esto hay que añadir nuevos elementos de carácter político-social en el debate, como muy bien lo señala el informe de la OIT. En primer lugar, desde diferentes puntos de vista ideológicos critican cerradamente a la seguridad social por no haber podido satisfacer las aspiraciones de las clases más necesitadas. En otros casos, se pone en duda toda la estructura sobre la que se ha levantado la seguridad social y, por lo tanto, piden un replantamiento radical. Muy ligados a esta consideración están los que sostienen que ya no es posible financiar el mejoramiento de la seguridad social sin comprometer seriamente el desarrollo económico de los países e impedir, al mismo tiempo, el crecimiento de los ingresos reales en dinero de los cotizantes.


El problema más serio que afronta la seguridad social, en los actuales momentos, es de carácter financiero debido al nivel de desempleo y de la informalidad de las relaciones de trabajo. Es por eso que algunos países han salido de la seguridad social contributiva y avanzan en la no contributiva.

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